Una empresa de Pigüé ofrece a los productores rurales un modelo para optimizar el uso de insumos en los cultivos y mejorar los rendimientos.
En los últimos 20 años, la superficie destinada a la agricultura en nuestro país ha aumentado en más del 50 %, esto generó una importante presión sobre el ambiente y, al igual que en otras regiones del planeta, se comienzan a sentir los efectos del deterioro de los recursos. Esto representa un verdadero desafío para el sector agrícola en general, y para el argentino en particular: incrementar la productividad de manera sostenible, aumentando la eficiencia en el uso de los recursos e insumos.
El sector agropecuario en nuestro país es uno de los mayores generadores de puestos de trabajo y un gran generador de divisas a través de las exportaciones, pero todos los modelos encuentran su agotamiento si no se actualizan. “Nadie puede dudar que en las últimas décadas nuestra agricultura transitó un proceso de profesionalización tecnológica basado en el mejoramiento de los servicios para lograr, sobre todo, mayor producción de nuestros cultivos”, asegura Gabriel Domper, Ingeniero Agrónomo de Pointec y agrega “fuimos reconocidos en el mundo por esto, pero este sistema de producción también tiene sus consecuencias: erosión de los suelos y descenso en el contenido de materia orgánica y nutrientes por ejemplo”.
Esta particular situación llevó a los miembros de Pointec a comprender rápidamente que el desarrollo del sector estaba estrechamente ligado a la adopción de tecnologías que dieran respuesta a la problemática existente: “usamos herramientas de alto valor tecnológico para diferenciar zonas de alta producción en el lote y esto le permite al productor, optimizar la inversión en insumos y, por supuesto, mejorar el rinde por producción”. Gastar menos, producir más.
Desde el punto de vista profesional, la oferta de agrotecnologías existentes en el sector ya permite dar soluciones inteligentes a lo largo de toda la cadena de producción y el análisis de datos geoespaciales se volvió vital para analizar todas las variables del terreno: profundidad de suelo, altimetría, índice verde, materia orgánica, compactación del suelo, etc. “Mapeamos lote a lote, tomamos muestras y utilizamos distintos algoritmos para un seguimiento personalizado” afirma Domper y agrega “es la única manera en la actualidad que permite procesos de intensificación sostenible. Poco a poco debemos pasar de una agricultura de insumos a una agricultura basada en el manejo de datos y entendimiento de los procesos”.
Ofrecer soluciones para el manejo de múltiples datos y transformarlos en información, un insumo clave para el manejo eficiente e inteligente de cualquier producción.
Sin dudas, la agrotecnología es el mejor socio para que la agricultura pueda reducir costes, mejorar la rentabilidad de los cultivos y disminuir el impacto ambiental tanto en pequeñas como en grandes explotaciones. Buscar soluciones coherentes que aseguren estos objetivos debería ser, sin lugar a dudas, la verdadera prioridad de los productores argentinos.