martes, abril 23, 2024
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¿Cuál es el escenario que nos deja el breve alivio que trajeron las precipitaciones de fin de enero?

Cuando el terreno para la toma de decisiones y elección de estrategias ha quedado limitado a solo unos pocos días más, comienzan a ganar lugar los primeros análisis sobre las consecuencias del contexto severísimo que atravesamos.

En concreto, comenzamos a ver números que solo se explican con una mirada abarataba y profunda de un ciclo regido por las limitantes del clima como factor de peso decisivo en la producción agropecuaria nacional.

Las estimaciones que la Bolsa de Cereales de Rosario está poniendo sobre la mesa, nos indican que la caída de divisas será de cuando menos un -13%. Nos ubicaremos alrededor de los u$s36.400 M, es decir u$s5.300 menos que en 2022. Nada más claro, para dimensionar el impacto real que tendremos que afrontar durante 2023, ya que esta estimación se ira ajustando con el correr de las semanas.

Yendo a datos más desagregados, se estima que la soja de primera, luego de las lluvias de los últimos días, paso de tener el 85% de las hectáreas sembradas en un estado “malo” a un 65% en esa misma condición. La variable fundamental para que se sostenga esta mejora, es que en la próxima semana tengamos precipitaciones cercanas a los 25mm ya que la demanda atmosférica es muy alta, y supone entre 6 y 8mm diarios.

En relación a la soja de segunda, y también considerando el escenario posterior a las lluvias, encontramos que solo un 10% de las hectáreas sembradas están en un estado malo.

Sabemos al día de hoy que en el caso del trigo se sembraron 5.9 millones de hectáreas versus los 6.9 millones del año anterior; y los rindes se ubicaron en 23qq frente a los 35qq de la campaña anterior. El resultado global ha sido de 11.5 millones de toneladas en comparación con los 23 millones del 2022.

El caso del maíz, concretamente nos indica que la caída interanual de hectáreas sembradas ha sido de aproximadamente 15%. Tenemos 7.3 millones de hectáreas sembradas y la campaña anterior ese número fue de 8.6 millones

Finalmente, las estimaciones en soja indican que en esta campaña se ha logrado una siembra de 16 millones de hectáreas, solo 100.000 hectáreas menos que la campaña anterior. Más allá de eso la estimación inicial para esta campaña era de 17 millones, con lo cual en relación a ese monto inicial, podemos afirmar que se ha perdido 1 millón de hectáreas para la oleaginosa.

En donde las diferencias son abismales, y se observa de modo palmario el efecto de la sequía, es en torno a los rendimientos. Las estimaciones hablan de 24qq aproximadamente frente a los 27qq de la campaña anterior. De una proyección inicial de 49 millones de toneladas, hoy las estimaciones más optimistas hablan de apenas 37 millones de TN.

Estamos en un escenario similar a la seca del 17-18 donde la producción fue de 35 millones TN, o a la seca del 08-09 donde se obtuvieron 32 millones de TN.

A nivel climático, el panorama a mediano plazo, está indicando que para el trimestre Enero – Febrero – Marzo, ingresamos por primera vez después de mucho tiempo, en una fase de neutralidad y debilitamiento de La Niña (50% Neutro – 50% Niña). Pasando ya al trimestre Febrero – Marzo – Abril, tenemos un horizonte muy claro de neutralidad donde la probabilidad de Niña es menor al 30%, y la probabilidad de Neutro es mayor al 70%.

Por último, el 31 de enero último, el gobierno anuncio medidas de acompañamiento, que alcanzaran a 51.000 productores de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, y Chaco que declararon la emergencia agropecuaria en el 100% de su territorio; así como algunos productores de Córdoba, Buenos Aires, y Salta que posean el certificado de emergencia, debido a que la declaración en estas provincias ha sido parcial.

Entre otras, las medidas son:

  • Fondos rotatorios para llegar a pequeños productores
  • Suspensión de juicios de ejecución fiscal y embargos de cuentas corrientes
  • Nuevas líneas crediticias con tasas subsidiadas para atender compromisos comerciales y capital de trabajo y el pago de arrendamientos para la próxima campaña.

Cuando recién estamos empezando a salir de este ciclo largo de Niña, y nada indica que la sequía sea un problema superado, probablemente sea el mejor momento para nuevamente analizar la importancia de las medidas ex ante, frente a las medidas ex post que en general resultan insuficientes.

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