En el corazón del quebrachal de la Cuña Boscosa en Santa Fe, el establecimiento familiar ‘San Francisco de Asís’ ha transformado la baja aptitud ganadera del bosque chaqueño a través de un manejo cuidadoso y respetuoso. Durante 30 años, han implementado un pastoreo racional, rotativo y diario en 200 hectáreas de bosque dentro del Gran Chaco Americano, logrando una armoniosa coexistencia entre las vacas y el ecosistema. Este caso de éxito, respaldado por el INTA, demuestra que es posible integrar la ganadería de forma sostenible en los bosques nativos.
En el establecimiento familiar «San Francisco de Asís», ubicado en pleno quebrachal de la Cuña Boscosa al norte de Santa Fe, se ha logrado revertir la baja aptitud ganadera del bosque chaqueño mediante una intervención cuidadosa que ha perdurado durante tres décadas. Esta iniciativa, conocida como Manejo del Bosque con Ganadería Integrada (MBGI), ha sido posible gracias a un pastoreo racional, rotativo y diario en 200 hectáreas de bosque dentro del Gran Chaco Americano. Abel Menapace, el dueño del establecimiento, junto con su hijo Leandro, ha liderado esta transformación, trabajando en función del ecosistema en su totalidad y no centrados exclusivamente en la producción ganadera.
Según Menapace, el bosque es un sistema complejo donde cada componente desempeña un papel fundamental. Al implementar un manejo respetuoso del bosque, han logrado integrar a las vacas como un componente más del ecosistema, sin causar impactos negativos. Germán Castro, investigador del INTA Reconquista, destacó la importancia del componente arbóreo en la región del Gran Chaco Americano y enfatizó que estos ecosistemas dependen crucialmente de la preservación del bosque para mantener la calidad del suelo.
El éxito de esta integración radica en el enfoque holístico adoptado por Menapace y su hijo. Han logrado aumentar significativamente la aptitud ganadera del 70 % de su campo, mientras que el 30 % restante actúa como refugio para la biodiversidad. Este equilibrio se ha alcanzado mediante una cuidadosa selección de plántulas y ramas, así como un pastoreo diario que incorpora tanto pasto como componentes arbóreos, como frutas y hojas caídas.
El manejo del bosque se ha convertido en sinónimo de manejo del pastoreo, donde la clave radica en la rotación y en permitir que el pasto se recupere adecuadamente. Menapace subraya la importancia de estar en el campo diariamente, observando de cerca cada componente del sistema para tomar decisiones informadas.
El Manejo del Bosque con Ganadería Integrada (MBGI) se presenta como una solución innovadora para los desafíos que enfrentan los sistemas foresto-ganaderos en Argentina. Este enfoque, que incorpora al bosque nativo como un agente proveedor de servicios ecosistémicos, no solo mejora la productividad del sistema, sino que también contribuye a la regulación hídrica, conservación del suelo, fauna y fijación de carbono.
Este caso de éxito será compartido durante la muestra «INTA Reconquista Puertas Abiertas», que se llevará a cabo desde hoy hasta el 3 de septiembre en las 1.200 hectáreas del INTA Reconquista, Santa Fe. Los visitantes tendrán la oportunidad de conocer de cerca este modelo de integración sostenible, que representa un paso adelante hacia un manejo más equitativo y responsable de nuestros valiosos recursos naturales.
