Para sistemas agrícolas sostenibles, el INTA Oliveros destaca la necesidad de evaluar la calidad física del suelo con herramientas adecuadas.
Evaluar la calidad física del suelo es crucial para entender su estructura y cómo afecta a los cultivos. Silvina Bacigaluppo del INTA Oliveros explica que esta información ayuda a identificar limitaciones para las raíces, la infiltración de agua y la dinámica de nutrientes.
La calidad del suelo se refiere a su capacidad para sostener la producción agrícola. Es esencial mantener un equilibrio entre sólidos y poros para un desarrollo óptimo de las plantas.
Herramientas como penetrómetros digitales y permeámetros de disco son clave para evaluar la calidad del suelo. Miden la resistencia a la penetración y la velocidad de infiltración del agua, respectivamente.
Es crucial realizar estas evaluaciones en condiciones homogéneas y sin cultivos vivos para obtener resultados precisos. También se deben seleccionar áreas representativas del lote y tener una referencia para comparar.
El equipo del INTA Oliveros utilizó estas herramientas para evaluar el efecto de diferentes secuencias de cultivos en la calidad del suelo. Se observaron mejoras significativas en la infiltración de agua y la resistencia a la penetración al incluir gramíneas en las rotaciones.
Estos hallazgos demuestran la importancia de evaluar y mejorar la calidad física del suelo para sistemas agrícolas sostenibles y resilientes.
