En medio de preocupaciones por la escasez de lluvias y sus posibles impactos en la producción, los bioestimulantes emergen como una solución prometedora para mitigar y revertir el estrés en los cultivos de soja.
Estos productos ya tienen varios años en el mercado y el INTA lleva tiempo realizando ensayos e informes para arrojar luz sobre la importancia de estos compuestos en la agricultura moderna.
Un documento del INTA, titulado “Bioestimulantes en el Cultivo de Soja: ¿Verdad o Mito?“, destaca la eficacia de los bioestimulantes como herramientas fundamentales para enfrentar el desafío del estrés hídrico. El autor principal, el investigador José María Pautasso, explica que estos productos ofrecen una gama de beneficios que van más allá de simplemente aumentar el rendimiento de los cultivos.
Según Pautasso, los bioestimulantes actúan como catalizadores biológicos que mejoran la capacidad de las plantas para resistir condiciones adversas, como la sequía. Estimulan procesos fisiológicos clave, como la absorción de nutrientes, la fotosíntesis y la producción de antioxidantes, que son fundamentales para la supervivencia de las plantas en situaciones de estrés.
El informe del INTA también desmitifica algunas creencias erróneas sobre los bioestimulantes, como la idea de que son simplemente aditivos costosos sin beneficios tangibles. En cambio, destaca la investigación que respalda su eficacia y señala que su uso adecuado puede traducirse en mayores rendimientos y una mayor calidad de los cultivos.
Uno de los aspectos más destacados de los bioestimulantes es su capacidad para mejorar la eficiencia del uso del agua en las plantas. Esto es especialmente relevante en regiones donde la sequía es un problema recurrente, ya que ayuda a maximizar el rendimiento de los cultivos incluso en condiciones de escasez de agua.
“Nuestro Bioestimulante foliar orgánico líquido, compuesto a base de extracto de algas denominado MARVITA viene demostrando campaña tras campaña que aplicado en Soja, en la etapa reproductiva, aumenta la fijación de vainas y cajas y por ende el rendimiento” afirma la Ingeniera Agrónoma Martina Angeloni, Desarrollista de Bioestimulantes de Sipcam Argentina.
Además agrega que “MARVITA demostró ser eficaz también en condiciones normales y sin estrés, logrando aumentar la fijación de frutos y el número de granos, potenciando la fotosíntesis y mejorando el rendimiento en soja”
Los resultados de investigaciones realizadas en diferentes regiones agrícolas respaldan la efectividad de los bioestimulantes en el cultivo de soja, lo que subraya su importancia en la agricultura moderna y su potencial para contribuir a la seguridad alimentaria en un contexto de cambio climático.
En conclusión, el informe del INTA destaca el papel crucial de los bioestimulantes en la mitigación y reversión del estrés hídrico en el cultivo de soja. Estos compuestos no solo ofrecen una solución efectiva para enfrentar los desafíos de la sequía, sino que también promueven una agricultura más sostenible y resiliente en un mundo cada vez más cambiante.
