Desde la salida de cosecha se observa el avance de malezas estivales y de otoño-invierno. Especialistas recomiendan intervenir sin esperar las heladas.
Al salir de la cosecha, los lotes muestran una fuerte presencia tanto de malezas estivales que están finalizando su ciclo como del complejo de otoño-invierno, que ya comienza a activarse. Frente a esta situación, los especialistas remarcan que esta es una etapa clave para avanzar con el control de malezas perennes, aprovechando que aún tienen reservas activas.
Aplicar herbicidas en este momento permite afectar dichas reservas, logrando que rebrote con menos fuerza en primavera o incluso que no rebrote. Una de las dudas más comunes entre productores y técnicos es si conviene esperar a las heladas. Sin embargo, los técnicos aclaran que la decisión debe basarse en el destino del lote, sobre todo si se planea sembrar verdeos o alfalfa, ya que es clave cortar el ciclo de malezas antes de la implantación.
También se recomienda no aplicar herbicidas residuales en esta etapa, porque la cobertura verde impide que lleguen al suelo. Primero, debe aplicarse un secante para reducir la cobertura de malezas, y recién después evaluar el uso de herbicidas residuales para acompañar la siembra de cultivos como alfalfa, verdeos o trigo. En este último caso, el momento más efectivo para aplicar el residual es cerca de la fecha de siembra, entre la segunda quincena de mayo y la primera de junio.
Además, al momento de implementar cultivos de cobertura, se destaca la importancia de acompañarlos con herbicidas residuales adecuados, que ya cuentan con registros específicos para distintas especies, como vicia, avena, triticale o centeno. Estas estrategias permiten asegurar una correcta implantación, mejorando el control de malezas y preparando mejor el lote para la próxima campaña.



