La resolución publicada en el Boletín Oficial simplifica medidas y exige monitoreos en zonas afectadas, buscando frenar la propagación de la enfermedad más grave de la citricultura.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) presentó un nuevo Plan de Medidas Integradas para el Manejo del Huanglongbing (HLB), la enfermedad más seria que afecta a los cítricos. La iniciativa fue oficializada a través de la Resolución 596/2025, que redefine los alcances de las Áreas Bajo Cuarentena (ABC) y ajusta las obligaciones de los productores.
A diferencia de la normativa anterior, no todos los establecimientos ingresarán automáticamente a un ABC tras un caso positivo de HLB. Desde ahora, solo quedarán bajo esa condición aquellos predios donde se hayan detectado casos en los últimos tres años. Esta medida busca focalizar esfuerzos y facilitar la operatoria productiva.
Los establecimientos comerciales de cítricos incluidos en estas zonas deberán realizar monitoreos periódicos y toma de muestras para diagnóstico en laboratorios del Senasa o el INTA. Además, será obligatoria la erradicación de plantas enfermas, el control del insecto vector con productos autorizados y el registro detallado de cada acción en el Libro de Medidas Fitosanitarias (LMF). El organismo fiscalizará el cumplimiento y podrá bloquear el Renspa ante irregularidades.
En paralelo, el Senasa dispuso una simplificación para los operadores intermediarios de viveros cítricos ubicados en áreas de bajo riesgo fitosanitario. Según la Resolución 592/2025, ya no será obligatorio el uso de cubierta para este segmento, siempre que no produzcan plantas cítricas y cumplan con las condiciones sanitarias establecidas. Sin embargo, en las regiones donde la amenaza es mayor, la obligatoriedad de cubrir los viveros se mantiene vigente.
El HLB, conocido también como “dragón amarillo”, no tiene cura y es considerado una de las enfermedades más destructivas de los cítricos a nivel mundial. Su control depende de la detección temprana, la eliminación de plantas infectadas y el manejo del insecto vector. Por eso, las nuevas medidas buscan equilibrar la prevención fitosanitaria con la simplificación de trámites, reduciendo riesgos para la producción y las economías regionales.



