El exceso de oferta presiona precios internos. Analistas advierten que Brasil debe ganar competitividad para recuperar mercados externos.
La producción de arroz en Brasil creció en las últimas campañas, generando un exceso de oferta que presiona los precios internos y complica la colocación de los granos en el mercado internacional.
Ante este escenario, las entidades del sector trabajan contrarreloj para acortar el ciclo de baja y abrir nuevos destinos de exportación. Sin embargo, la principal dificultad es la competitividad frente a otros países productores.
“Tenemos un precio muy competitivo en el puerto de Rio Grande, en torno a 13,25 dólares por saco. Pero Estados Unidos sigue siendo más atractivo: incluso en plena entresafra, presentó valores cercanos a 15 dólares. Para recuperar mercados como México, Caribe o Centroamérica, necesitamos al menos una diferencia de 5 dólares por saco que compense el costo logístico”, explicó Evandro Oliveira, analista de Safras & Mercado.
El especialista advirtió que Brasil también perdió embarques frente a Uruguay y Paraguay, y que los problemas estructurales agravan la situación. El déficit de almacenamiento y secado son cuellos de botella que reducen la competitividad y limitan la capacidad exportadora del país.
En paralelo, el sector se vio amenazado por la posibilidad de un impuesto a las exportaciones hacia Venezuela, medida anunciada por Nicolás Maduro. Aunque finalmente no se aplicó, el episodio reforzó la urgencia de diversificar destinos. “No podemos perder más oportunidades, el camino es buscar nuevos mercados”, sostuvo Oliveira.



