Las precipitaciones de julio ayudaron a revertir daños por heladas y mejoraron el estado de los cultivos invernales en la provincia, según la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Las lluvias registradas en julio trajeron alivio para los cultivos de invierno en Córdoba, permitiendo recuperar humedad en los perfiles y contrarrestar los daños ocasionados por heladas tempranas. La Bolsa de Cereales de Córdoba destacó que el trigo logró revertir el retraso fenológico señalado en informes previos. En el caso del garbanzo, incluso los lotes de secano recibieron un impulso gracias a estas precipitaciones.
El reporte indicó que tanto trigo como garbanzo presentaban en general un estado entre muy bueno y excelente en toda la provincia. La proporción de superficie en condición regular o mala se redujo respecto de los relevamientos anteriores, lo que refleja una mejora significativa en el panorama productivo.
En el aspecto fenológico, el trigo se encontraba mayormente en macollaje, con algunos lotes en elongación del tallo, etapa clave de producción de hojas. El garbanzo, por su parte, ya desplegaba entre 3 y 4 hojas multifoliadas, próximo a la floración temprana. La disponibilidad de agua resulta determinante en estas fases, ya que una baja humedad podría limitar el desarrollo foliar y afectar los rendimientos.
En lo sanitario, la situación se mostró favorable. En trigo se detectó presencia de pulgón verde y roya anaranjada, aunque con baja incidencia. En garbanzo, las observaciones se limitaron a malezas en estadios iniciales, sin impacto productivo por ahora.
El informe de la red de estaciones meteorológicas de la BCCBA reveló que las lluvias de julio superaron los promedios históricos en todos los departamentos. En el sudeste provincial, incluso, fueron entre cinco y siete veces superiores. Este aporte hídrico permitió recomponer reservas en las principales zonas trigueras del sur y este, aunque en el resto de la provincia la recuperación fue más limitada.
