Nacida en Monte Buey, Córdoba, Isowean pasó de 200 a 13.000 madres en dos décadas. Su modelo asociativo y el foco en las personas la posicionan como líder en producción porcina del país.
Isowean es hoy la empresa porcina más grande de la Argentina, con una historia que refleja el potencial del país para transformar granos en carne. Fundada hace veinte años por Lisandro Culasso y Fernando Villavicencio, la compañía nació como un emprendimiento familiar de apenas 200 madres y hoy supera las 13.000, con planes de llegar a 17.000 en el corto plazo.
Durante su exposición en el Congreso AcSoja 2025, Culasso destacó que producen más de 50.000 toneladas de carne porcina al año. “Tenemos una oportunidad enorme para seguir creciendo, aprovechando nuestros granos para generar valor agregado”, señaló. El empresario también remarcó la importancia de abrir mercados externos y seguir el camino de Brasil en materia de exportación.
Con ese objetivo, Isowean participa en un frigorífico cordobés y busca nuevos socios para instalar su propio matadero. “No tiene sentido enviar harina de soja a Europa para que engorden cerdos allá. Argentina puede hacerlo con eficiencia y menor costo”, explicó Culasso, convencido de que el futuro está en integrar toda la cadena productiva.
El modelo asociativo fue clave en su crecimiento: productores agrícolas construyen galpones de engorde y trabajan junto a Isowean bajo un esquema de reparto de resultados. Este sistema permitió expandirse sin perder identidad local y generar empleo en comunidades rurales. “Cuando duplicamos la producción en Monte Buey, contratamos 70 personas; eso transformó al pueblo”, recordó el presidente.
El éxito también se basa en una gestión humana sólida. Desde 2015, la empresa incorporó políticas para fortalecer la comunicación y la participación del personal. “Las personas son el centro de todo. Si uno dice que son lo más importante, tiene que demostrarlo”, afirma Culasso. Hoy, Isowean es reconocida no solo por su innovación tecnológica, sino por su cultura de trabajo y desarrollo humano, y ya planea alcanzar las 100.000 madres en la próxima década.



