El Segundo Outlook del Mercosur reunió a especialistas de la región para analizar el futuro agroalimentario y el rol del bloque frente al cambio climático, la sostenibilidad y los desafíos productivos hacia 2034.
Las proyecciones presentadas en el encuentro indicaron que la producción de cereales y oleaginosas del Mercosur podría crecer en 122 millones de toneladas hacia 2034. Además, las exportaciones sumarían 62 millones de toneladas adicionales, con ingresos superiores a los 31.000 millones de dólares.
Uno de los aportes centrales fue el de Marcelo Regúnaga, coordinador general del Grupo de Países Productores del Sur (GPS), quien expuso una mirada estratégica sobre el papel del bloque en un contexto global marcado por la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Señaló que el Mercosur tiene condiciones naturales, tecnológicas y humanas para ser la principal agricultura del mundo, aunque advirtió que ese potencial depende de reglas claras, infraestructura y mayor coordinación regional.
Regúnaga remarcó que la agricultura debe ser reconocida como parte de la solución al cambio climático. Destacó la capacidad del agro de capturar carbono y brindar servicios ambientales, en línea con la agenda rumbo a la COP 30 que se realizará en Brasil en 2026. Para avanzar, planteó la necesidad de contar con métricas precisas que midan el aporte del sector a la mitigación y fortalecer los sistemas de investigación y desarrollo para ganar resiliencia.
El especialista llamó a consolidar una agenda regional que integre productividad, sostenibilidad e inclusión. Afirmó que, con políticas coordinadas y estándares ambientales comunes, el Mercosur puede liderar una nueva narrativa global sobre agricultura y ambiente.
El encuentro también reunió a autoridades de los cuatro países del bloque. Desde Brasil, Cleber Soares destacó políticas para reducir mil millones de toneladas de emisiones hacia 2030 y los avances de Embrapa en medición de huella de carbono. Desde Paraguay, Manuel Adolfo Ferreira Brusquetti advirtió que el desafío será sostener la adopción tecnológica en un escenario de precios más bajos. En tanto, el ministro uruguayo Luis Alfredo Fratti subrayó la importancia de invertir en sanidad, trazabilidad y sostenibilidad para sostener la competitividad regional.
Con una visión compartida, los especialistas coincidieron en que el desafío no será solo aumentar la producción, sino hacerlo mejor. La clave será integrar innovación, sostenibilidad y apertura comercial para consolidar al Mercosur como una potencia agroalimentaria y ambiental en el escenario global.



