La aplicación de sensores remotos y dosis variable de nitrógeno permite reducir hasta 66% el fertilizante sin afectar rindes. Un avance tecnológico que promete eficiencia y sustentabilidad, aunque su adopción aún es baja.
El uso de sensores remotos en el cultivo de algodón se perfila como una de las herramientas más prometedoras para mejorar la eficiencia en el uso de insumos y avanzar hacia sistemas más sustentables. Aunque su adopción en la región algodonera argentina todavía es incipiente, la tecnología demuestra un gran potencial para optimizar el manejo del nitrógeno y ajustar prácticas según la variabilidad del lote. Durante una jornada organizada por la región CREA Chaco Santiagueño, el investigador del INTA Reconquista, Gonzalo Scarpin, presentó los avances en agricultura de precisión aplicados al cultivo.
Scarpin, especialista en genética y manejo del algodón, explicó que la biología particular del cultivo —perenne, de crecimiento indeterminado y adaptado a climas subtropicales— exige estrategias específicas. Los sensores remotos permiten detectar variaciones en vigor, desarrollo y disponibilidad de nutrientes para ajustar insumos en tiempo real. El investigador compartió resultados obtenidos en Estados Unidos, donde la aplicación variable de nitrógeno logró reducir las dosis en dos tercios sin modificar el rendimiento, lo que representa un beneficio económico significativo para productores.
La tecnología se apoya en sensores proximales como GreenSeeker, equipos montados en pulverizadoras o drones con cámaras multiespectrales, además de imágenes satelitales. A partir de índices como NDVI y algoritmos como Holland-Schepers, es posible generar prescripciones de fertilización ajustadas a cada ambiente. Ensayos realizados en Georgia demostraron que, aun con menor aplicación de nitrógeno, se mantuvieron rindes de 1.000 a 1.200 kg de fibra por hectárea y se mejoró la rentabilidad gracias al ahorro de insumos.
En Argentina, el desafío es acelerar la adopción. Si bien la mayoría de los productores cuenta con maquinaria apta para aplicar dosis variables, la interpretación de datos sigue siendo una limitante. Para avanzar, el INTA prevé ensayos en microparcelas y validaciones a campo en Santa Fe, Santiago del Estero y Chaco, con el objetivo de ajustar algoritmos a condiciones locales y evaluar su impacto en rendimiento, eficiencia en el uso de nitrógeno y calidad de fibra.
Entre las tecnologías emergentes, Scarpin destacó el uso de sensores LiDAR, capaces de generar mapas 3D y estimar la altura real del cultivo. Esta información permitiría aplicar reguladores de crecimiento en dosis variables, mejorando la uniformidad del algodón y optimizando insumos. Aunque su disponibilidad aún es limitada por costos y equipamiento, los primeros resultados en Estados Unidos son prometedores y anticipan un futuro de mayor precisión en el manejo del cultivo.
En conjunto, las herramientas de agricultura de precisión ofrecen una oportunidad estratégica para el algodón argentino: producir más eficientemente, reducir costos y avanzar hacia sistemas más sustentables. El camino está trazado; ahora el desafío es consolidar su adopción en el territorio.
FUENTE: https://www.contenidoscrea.org.ar/agricultura/sensores-remotos-una-oportunidad-el-algodon-n5328133



