Desde Bariloche, el INTA impulsa la restauración de bosques en Neuquén con semillas de ciprés locales, preservando la genética única de la región.
El Grupo de Genética Forestal del INTA en Bariloche ha liderado un proyecto clave de restauración forestal en Neuquén, plantando 56 cipreses de genética local para revitalizar un bosque en peligro de extinción en Riscos Bayos. Esta iniciativa se ha enfocado en conservar la población relictual de cipreses de la Cordillera y su acervo genético especial, promoviendo la regeneración natural como estrategia de conservación in situ.
El investigador Mario Pastorino señaló que el banco de semillas del INTA ha sido fundamental, ya que permitió la producción de plantas a partir de semillas de la población de Riscos Bayos. Tras un proceso de tres años, el equipo logró plantar los cipreses en el área protegida por la Dirección de Bosques de Neuquén, preservando así la herencia genética de estos árboles únicos.
La importancia de esta intervención radica en la supervivencia de una población de cipreses que ha enfrentado condiciones ambientales severas y una falta de regeneración natural durante décadas. Gracias al compromiso del INTA y su colaboración en el proyecto de restauración de áreas degradadas en Neuquén, se ha logrado un paso significativo hacia la conservación de estos bosques y la preservación de su diversidad genética única.
