Con más de 45 años de trayectoria, una empresa de Carmen de Areco se consolida como referente en la fabricación de maquinaria agrícola, destacándose por su espíritu innovador y su capacidad de adaptarse a las demandas del sector.
Víctor Juri, fundador de la firma, recuerda sus inicios humildes en un pequeño taller sin paredes, equipado con un torno y una bicicleta. «Me crié al lado de los productores de campo y aprendí el oficio de tornero junto con las necesidades del sector agropecuario», comenta con orgullo. Esa experiencia cercana al productor fue la semilla que dio origen a un camino de constante innovación.
En 1996, la empresa marcó un hito en la historia de la maquinaria agrícola argentina al crear la primer «air drill», una sembradora que ya se utilizaba en Europa y en Estados Unidos, pero que hasta entonces no existía en el país. «Desde ese momento, la máquina no ha dejado de evolucionar», explica Juri, señalando con entusiasmo el modelo RCX TR+, una sembradora de última generación que incorpora tecnología de punta.
Este equipo, especializado en la siembra de trigo, destaca por su capacidad de dosificación variable, balanzas de precisión para el control de semillas y fertilizantes, y la posibilidad de trabajar con una nodriza para lograr 10.000 kg de autonomía, que se puede desenganchar en el lote en apenas diez minutos. «Es una máquina que tiene todo lo que necesita el productor moderno», afirma el empresario.
A lo largo de los años, la empresa no solo ha innovado en el mercado local, sino que también ha logrado exportar sus productos a países como Uruguay, Chile, Rusia y varias naciones de la Comunidad Europea. Con la mirada puesta en el futuro, Juri anticipa su próximo desafío: participar en la prestigiosa feria de maquinaria agrícola de Hannover, en Alemania, llevando una unidad física para mostrar el potencial de la industria nacional.
«Estamos orgullosos de que el apellido de mi padre recorra los campos de Europa y América», concluye con emoción. La historia de esta empresa de Carmen de Areco es un ejemplo de cómo la pasión, el trabajo y la innovación pueden abrir las puertas del mundo, manteniendo siempre las raíces bien firmes en el lugar de origen.