En la última década, creció un 32% la superficie de viñedos en la provincia. El Senasa controla plagas para asegurar la producción.
Durante la vendimia en La Pampa, entre febrero y marzo, se levantaron 1.167 toneladas de uva. La mayoría se mandó a bodegas de Mendoza, Neuquén y Río Negro, mientras que una parte se procesó directamente en la provincia.
En la región hay 26 viñedos que suman 322 hectáreas, con un 95% de uvas para vino y mosto. El resto es para consumo fresco o pasas. En los últimos diez años, la superficie cultivada creció un 32%, marcando un fuerte impulso a la actividad.
El Senasa fiscaliza el traslado de la uva para evitar plagas como la Lobesia botrana y la Mosca de los frutos. Revisan camiones y maquinaria en el puesto de Santa Isabel, exigen certificados de lavado y toman muestras para detectar larvas. Todo para garantizar la calidad de la producción local.