El BICE lanzó créditos a valor producto para compra de vaquillonas y capital de trabajo. Cómo se calculan las cuotas y qué dicen los análisis técnicos.
El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) presentó una nueva línea de financiamiento para el sector ganadero con la particularidad de estar atada al valor producto. El objetivo es facilitar la compra de vaquillonas, la retención de terneras y aportar capital de trabajo para fortalecer la actividad.
Los créditos permiten financiar vientres y mejoras en la producción, como la implantación de pasturas, la fertilización del campo o la adopción de tecnologías forrajeras. La novedad está en la forma de pago: las cuotas se calculan en kilos de novillo y se abonan en pesos según el índice INMAG de la semana previa al vencimiento.
El esquema establece un plazo de hasta 60 meses para la compra de vientres, con la posibilidad de extenderse hasta 84 meses si el precio del kilo de novillo baja respecto de la inflación. Para capital de trabajo, el plazo máximo es de 36 meses, ampliable a 48. El monto puede alcanzar los 800 millones de pesos por empresa, con un costo de UVA más 8% anual y hasta seis meses de gracia.
Desde CREA, el analista Pablo Palmeyro evaluó la herramienta en diferentes escenarios históricos. El resultado mostró que, cuando el precio del novillo crece menos que la inflación, las cuotas se extienden automáticamente. En cambio, si sube más que el promedio inflacionario, la deuda se cancela más rápido pero con cuotas más elevadas que en un crédito UVA tradicional.
Actualmente, la relación entre el valor del novillo y la UVA se encuentra en niveles bajos, lo que indica que quienes accedan a esta línea podrían tener un plazo más largo para cancelar el crédito en comparación con un esquema convencional.



