El hipotiroidismo o bocio afecta a cabras criadas en zonas con suelos pobres en yodo. Provoca hinchazón en el cuello, debilidad en los cabritos y puede causar abortos y alta mortalidad neonatal
La deficiencia de yodo, también conocida como bocio o hipotiroidismo, es una enfermedad carencial que afecta a los caprinos en regiones con suelos y aguas pobres en este mineral. Según explicó el médico veterinario Sebastián Palmero, esta condición puede comprometer seriamente la salud y la productividad de los rodeos.
“El yodo es esencial para que la glándula tiroides produzca las hormonas que regulan el metabolismo y el desarrollo. Cuando falta, la glándula aumenta de tamaño y se genera el bocio”, señaló Palmero. En los cabritos recién nacidos, este trastorno se manifiesta con una hinchazón visible en la garganta, debilidad, falta de pelo y, en casos graves, alta mortalidad.
El diagnóstico puede realizarse observando y palpando el agrandamiento de la tiroides y considerando los antecedentes del rodeo o de la región. En zonas con acceso a laboratorios, es posible confirmar la carencia mediante análisis de sangre. Además, el especialista destacó la importancia de diferenciar esta enfermedad de otras causas de debilidad neonatal, como la falta de cobre.
La buena noticia, según Palmero, es que la deficiencia de yodo puede prevenirse. Las principales estrategias incluyen el uso de sales minerales yodadas, la incorporación de compuestos con yodo en el agua de bebida y la aplicación de suplementos inyectables durante el último tercio de la gestación.
“Con una correcta suplementación mineral y un manejo preventivo, es posible evitar grandes pérdidas productivas y mejorar la salud del rodeo”, concluyó el veterinario, resaltando la importancia de la prevención en las zonas más vulnerables del país.
