El INTA Manfredi logró triplicar el rendimiento del trigo y duplicar el del maíz usando riego por goteo subterráneo con energía solar, un sistema autónomo y adaptable a distintas escalas productivas
El riego por goteo subterráneo con energía solar se consolida como una tecnología clave para aumentar la eficiencia hídrica y energética en la agricultura argentina. En la Estación Experimental INTA Manfredi, en Córdoba, investigadores lograron triplicar el rendimiento del trigo y duplicar el del maíz respecto a la producción en secano, gracias a un sistema que funciona completamente con energía solar.
El proyecto, liderado por Ignacio Severina, investigador del grupo de riego del INTA Manfredi, combina paneles solares fotovoltaicos con un sistema de bombeo y riego por goteo. “Los paneles captan la energía del sol, la transforman en electricidad y abastecen la bomba de riego que presuriza el sistema”, explicó Severina. Esta tecnología puede funcionar conectada a la red eléctrica (on grid) o de manera totalmente independiente (off grid).
El sistema off grid, utilizado en Manfredi, no requiere conexión eléctrica y permite regar con energía 100 % solar. “Ahorramos electricidad o combustible, aprovechando una fuente gratuita y renovable. Además, los paneles tienen una vida útil de 25 a 30 años y requieren mínimo mantenimiento”, detalló el investigador. La experiencia demostró que el riego solar puede aplicarse desde proyectos de 6 hasta 200 hectáreas, adaptándose a distintas escalas y necesidades.
Durante los ensayos, el equipo aplicó en promedio 600 milímetros de agua en trigo, 500 en maíz y 300 en soja de segunda, logrando incrementos notables en la productividad. “En trigo, los rendimientos se triplicaron o incluso cuadruplicaron respecto al secano, alcanzando hasta 70 quintales por hectárea. En maíz llegamos a 15 toneladas frente a 8 sin riego, y en soja pasamos de 2 a casi 4 toneladas”, detalló Severina.
La iniciativa del INTA Manfredi muestra que la energía solar no solo reduce costos y dependencia de combustibles fósiles, sino que también potencia la producción en zonas con limitaciones hídricas. “Es una alternativa sustentable, escalable y eficiente para seguir produciendo más con menos recursos”, concluyó el investigador.



