En una jornada organizada por la región CREA Este, especialistas destacaron que el manejo sanitario, el bienestar animal y la tecnología son esenciales para mejorar la calidad de leche y la sustentabilidad del tambo.
Las buenas prácticas lecheras se consolidan como un pilar fundamental para garantizar el bienestar de los rodeos, mejorar la calidad de la leche y asegurar la sostenibilidad económica de las empresas tamberas. Así lo destacaron los participantes de una jornada organizada por la región CREA Este, realizada en la Sociedad Rural de Navarro.
La médica veterinaria Nina Prager, integrante del CREA Cañuelas, compartió su experiencia al frente del tambo familiar, que comercializa leche a la filial argentina de Danone. Según explicó, la implementación de un laboratorio propio permitió realizar diagnósticos en tiempo real, optimizar el uso de antibióticos y mejorar la sanidad general del rodeo.
“Con las vacas pasa lo mismo que con las personas: no siempre se necesita un antibiótico. Solo hay que aplicarlo cuando se confirma una infección que lo requiere”, señaló Prager. Con esta estrategia, redujeron la cantidad de vacas hospitalizadas y lograron una mejora notable en la calidad y productividad de la leche.
Además, destacó que el uso responsable de antibióticos tiene un impacto que trasciende lo productivo, ya que ayuda a prevenir resistencias microbianas. “La mejora en la salud de las vacas comienza en la guachera. Una vaca más sana y longeva es una inversión que se paga con creces”, resumió.
Durante la jornada también expusieron Sebastián Astoreca, Miguel Biedma y Juan Pablo Abal, quienes presentaron experiencias sobre el uso de collares de rumia y actividad, una herramienta tecnológica que permite monitorear el comportamiento animal, detectar celos y anticipar problemas sanitarios.
Estas tecnologías, junto con una gestión sanitaria personalizada y una organización más eficiente, se posicionan como aliadas estratégicas para el crecimiento del sector. En definitiva, las buenas prácticas lecheras no solo mejoran la producción, sino que también fortalecen la competitividad y sustentabilidad de las empresas tamberas.



