El INTA presentó un mapa detallado que identifica más de 20 tipos de suelos en Guaraní. Esta herramienta permite optimizar cultivos y fomenta un uso sostenible del recurso.
Un equipo técnico-científico del INTA Cerro Azul, en colaboración con el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones y el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI), presentó la Carta de Suelos de Guaraní. Este relevamiento abarca más de 320 mil hectáreas y ofrece un análisis detallado de los suelos, marcando un avance significativo en la cartografía provincial.
Lucas Moretti, investigador del INTA y coordinador del proyecto, destacó la relevancia del estudio: “La Carta de Suelos no solo identifica más de veinte tipos de suelos, sino que también evalúa su aptitud para cultivos como yerba mate, pino y maíz”. Este nivel de precisión brinda a los productores locales una herramienta invaluable para tomar decisiones informadas y optimizar el manejo de sus campos.
Históricamente, los suelos de Misiones eran catalogados de manera general como rojos y pedregosos, pero esta nueva clasificación revela una amplia diversidad de perfiles. Según Moretti, “comprender estas variantes permite un manejo más eficiente y sostenible del recurso, adaptando prácticas a las características específicas de cada suelo”.
La Carta de Suelos está disponible en la plataforma digital GEO INTA, de acceso libre y gratuito. Además, el informe completo, con descripciones exhaustivas de los perfiles, puede consultarse en el repositorio digital del INTA, facilitando su uso tanto para productores como para instituciones educativas y organismos gubernamentales.
Este relevamiento no solo impacta la producción agrícola, sino que también ofrece datos fundamentales para la planificación territorial y el diseño de políticas públicas. Forma parte de un esfuerzo nacional del INTA por desarrollar cartografía de suelos de alta precisión en distintas regiones, promoviendo una agricultura eficiente y respetuosa del medioambiente.
Con esta herramienta, la provincia de Misiones da un paso adelante hacia un desarrollo agropecuario más sostenible y basado en conocimiento científico.