INTA y especialistas en Aapresid resaltaron que rotaciones, cultivos de servicio y fertilización integral mejoran la calidad del suelo y potencian la productividad.
Mejorar la salud del suelo no solo es una cuestión ambiental, sino también una decisión estratégica para aumentar la productividad y la rentabilidad de los sistemas agrícolas. En el marco del Congreso Aapresid, que se desarrolla en el Predio Ferial de La Rural de Palermo, especialistas del INTA y referentes del sector analizaron el potencial de la “recarbonización” como herramienta para devolver al suelo su capacidad productiva.
Las rotaciones diversificadas, el uso de cultivos de servicio y el manejo integral de la fertilización fueron presentados como pilares para incrementar el carbono orgánico y mejorar la calidad física, química y microbiológica de los suelos. María Beatriz “Pilu” Giraudo, presidenta del Senasa y consejera técnica del INTA, recordó que la red de trabajo sobre carbono surgió de una inquietud central: conservar suelo y agua. Según explicó, la cooperación entre instituciones abre la posibilidad de dar un verdadero salto productivo, más aún si se suman nuevas tecnologías y herramientas de gestión.
El panel, titulado “Estado actual, perspectivas y estrategias para el COS en Argentina”, reunió a Marcelo Torres, presidente de Aapresid; Marcos Bradley, director general para Latam Sur de Syngenta; Guillermo Delgado, Sustainability Head Latam de Syngenta; Florencia Moresco y Jorge Gambale, ambos de Aapresid; y Marcelo Beltrán, investigador del Instituto de Suelos del INTA Castelar. Beltrán explicó que la capacidad de un suelo para acumular carbono depende de la región, las características edáficas y las condiciones climáticas.
En ambientes áridos o semiáridos, detalló, la acumulación anual ronda entre 0,1 y 0,2 toneladas por hectárea, mientras que en zonas húmedas o subhúmedas puede alcanzar entre 0,3 y 0,5 toneladas, e incluso superar las 0,6 o 0,7 en situaciones excepcionales. En la Región Pampeana, con sus suelos molisoles, el contenido de carbono es mayor, especialmente en los primeros 30 centímetros del perfil, llegando en algunos casos a más de 100 toneladas por hectárea.
A pesar de estos valores, el especialista advirtió que las reservas actuales están por debajo del nivel potencial, lo que plantea la necesidad de implementar manejos orientados a la recarbonización. Entre las prácticas recomendadas figuran la inclusión de más gramíneas en la rotación, la incorporación de cultivos de servicio, la rotación con pasturas y un manejo integral de la fertilización. Estas estrategias, señaló, no solo favorecen la captura de carbono, sino que también aumentan la biodiversidad, mejoran la infiltración de agua y fortalecen la estabilidad y fertilidad del suelo, con impacto positivo en la rentabilidad.
El Congreso Aapresid, bajo el lema “Programamos el futuro del agro”, se realiza del 6 al 8 de agosto y reúne a destacados referentes nacionales e internacionales para debatir sobre innovación, tecnología y sustentabilidad. En su 33ª edición, la agenda está organizada en siete ejes temáticos que abarcan desde los sistemas productivos sustentables hasta la innovación y las perspectivas sociopolíticas, con el objetivo de anticipar las tendencias que marcarán el futuro del agro argentino.